La tortura
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La tortura durante la dictadura stronista fue un trato que buscaba disuadir a las personas para que no manifestaran públicamente su disidencia con el Gobierno, salvo acuerdo previo en la forma y en la medida autorizada por el propio Gobierno. »Más
La administración de Stroessner se presentaba como un gobierno democrático, basado en la ley, con apoyo mayoritario, patriótico, y que gestionaba de la mejor manera al país que disfrutaba de paz y de progreso. »Más
Las finalidades de la tortura responden a las señaladas en las definiciones del derecho internacional de los derechos humanos. »Más
Como las torturas crueles, inhumanas y sistemáticas fueron el pan de cada día, Stroessner logró desmantelar los núcleos de ciudadanía y se trataba de desalentar a las personas capaces de cuestionar al Gobierno. »Más
Otro objetivo que se buscó con la tortura fue conseguir la conversión del enemigo, y hacerlo actuar dentro de un complejo sistema de control que se le imponía. »Más
A partir de los testimonios de las víctimas, la CVJ clasificó varios tipos de tortura. »Más
Las personas consideradas amenazantes para el régimen, por su prestigio o liderazgo, fueron más torturadas para obtener información y para destruirlas como persona. »Más
Disuadir a las personas
La tortura durante la dictadura stronista fue un trato que buscaba disuadir a las personas para que no manifestaran públicamente su disidencia con el Gobierno, salvo acuerdo previo en la forma y en la medida autorizada por el propio Gobierno. La tortura tenía como uno de sus primeros objetivos castigar a aquellos que osaban decir que el Gobierno no era aquello que decía que era, esto es, contrariar al discurso gubernamental.
La democracia del garrote
La administración de Stroessner se presentaba como un gobierno democrático, basado en la ley, con apoyo mayoritario, patriótico, y que gestionaba de la mejor manera al país que disfrutaba de paz y de progreso; sin embargo, la tortura física y psicológica se transformó en una forma de gobierno y de establecimiento del orden, una manera de expresar el poder del Estado y de obtener la subordinación ciudadana al Gobierno. El Gobierno decía representar y materializar los valores comunes de la nación, contra la disidencia legionaria, oligárquica, autoritaria, totalitaria, comunista, delictiva, enemiga de la nación. Muchas personas fueron castigadas por presumir que eran comunistas.
Torturar para obtener información
Las finalidades de la tortura responden a las señaladas en las definiciones del derecho internacional de los derechos humanos: obtener de la víctima o de un tercero información o confesión; castigarla por un acto que haya cometido, o que se sospeche que haya cometido; intimidar o coaccionar a esa persona o a otras, por cualquier razón basada en cualquier tipo de discriminación; o cualquier otro fin. En el caso de Paraguay, una prueba palpable y perversa del nivel de planificación de la tortura lo constituye la presencia de médicos durante dichas prácticas. Numerosos testimonios de la CVJ señalan la intervención de médicos para controlar el nivel de impacto de la tortura, señalar la necesidad de descanso en las sesiones u orientar a los torturadores sobre el nivel de sufrimiento que podía ser aplicado o no contra las víctimas, en función de los objetivos de los torturadores. De esta manera hubo médicos que trabajaron para el régimen stronista como parte de los equipos de tortura. La evitación del riesgo de muerte cuando esto era requerido por la investigación o el objetivo de los torturadores, y no la evitación o la cura de las lesiones, era el objetivo de la intervención de estas personas. También la tortura fue una manera de obtener información. Las fuerzas públicas podían carecer de información, ya que, ante la ocurrencia de algún hecho inesperado se iniciaba la investigación, la búsqueda de la disidencia o de la resistencia a través del método de la tortura. La confesión de una persona en tortura carece de valor probatorio de su culpabilidad, pero fue utilizada para extender el control.
La gente ya no se animaba a criticar al Gobierno
Como las torturas crueles, inhumanas y sistemáticas fueron el pan de cada día, Stroessner logró desmantelar los núcleos de ciudadanía y se trataba de desalentar a las personas capaces de cuestionar al Gobierno. Con el cruzamiento de informaciones proveídas por las personas torturadas por separado, que desconocían lo que decían sus compañeros, la policía podía hacer progresos en el esclarecimiento de los hechos investigados, o al menos declarar ‘cerrados los casos’ con una interpretación aceptable para los jefes y cierta opinión pública mediante el uso de declaraciones autoinculpatorias o simplemente dando por terminado el problema. Los métodos de tortura y su práctica contra los presos políticos eran también habituales en las investigaciones policiales para investigar los delitos comunes contra la propiedad y las personas.
“Convertir” al enemigo
Otro objetivo que se buscó con la tortura fue conseguir la conversión del enemigo, y hacerlo actuar dentro de un complejo sistema de control que se le imponía. El enemigo era cualquier persona que pensara distinto o quien criticaba al gobierno de Stroessner. A través de amenazas y de prebendas, se intentaba convertirlos en espías infiltrados, ya fuera dentro de la prisión como posteriormente si eran dejados en libertad. Se torturaba para conseguir la complicidad pasiva de personas, que luego de ser torturadas ya no se involucraron en ninguna actividad que resultara condenada por el régimen. Muchos desarrollaban una verdadera fobia a cualquier compromiso político que pudiera llevar a la repetición del trauma sufrido.
Provocar dolor en el cuerpo, pero también al alma
A partir de los testimonios de las víctimas, la CVJ clasificó varios tipos de tortura, algunos de los cuales eran: Tortura física las siguientes: golpes sin empleo de instrumentos, golpes con instrumentos, colgamiento y/posiciones extremas, “pileteada” (bañera) –asfixia por inmersión en agua–, asfixia con bolsas de polietileno, paso de electricidad por el cuerpo o “picana eléctrica” (electrodos), quemaduras o cortes, violación sexual, otras formas de violencia sexual (acoso y manoseos), trabajo forzado, otras torturas físicas (formas atípicas como la utilización de insectos o simplemente torturas físicas donde la fuente no especifica la modalidad). Otras formas de tortura fueron calificadas torturas psicológicas: aislamiento individual extremo, insuficiente alimentación, falta de atención médica, condiciones insalubres, hacinamiento, privación de sueño, incomunicación, presenciar tortura de otros, simulacro de fusilamiento, amenaza de muerte, amenaza de muerte a familiares, amenaza de violación sexual, amenaza de violación sexual a familiares, calumnias sobre familiares, humillaciones (insultos, trato denigrantes relacionados a la restricción de la higiene y la evacuación), otras torturas psicológicas (escuchar música estridente, traslados permanentes de un sitio a otro o simplemente torturas psicológicas donde la fuente no especifica la modalidad).
Los militantes de la oposición, los más “peligrosos”
Las personas consideradas amenazantes para el régimen, por su prestigio o liderazgo, fueron más torturadas para obtener información y para destruirlas como persona. Un segundo factor fue la pertenencia a sectores de izquierda o de oposición radical, las personas a quienes se atribuía resistencia al régimen o que realizaban actos de movilización. Un tercer factor consistía en la búsqueda de la resolución del caso en el menor tiempo posible, adjudicando delitos con supuestas confesiones de detenidos torturados, aunque eso fuese en forma ficticia, a fin de dar imagen de efectividad del aparato de seguridad del régimen. El gobierno amedrentaba primero, castigaba después y luego relataba los hechos dentro de un parte policial donde se criminalizaba a las víctimas. Un cuarto factor estuvo determinado por el tipo de víctima, en efecto, las represiones a sectores populares, campesinos, obreros y grupos marginales fueron más implacables que las de personas de clase media o de mayor prestigio político, social, cultural o religioso en el ámbito nacional o internacional o con mayor espacio en la prensa.
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Disuadir a las personas
La democracia del garrote
Torturar para obtener información
La gente ya no se animaba a criticar al Gobierno
“Convertir” al enemigo
Provocar dolor en el cuerpo, pero también al alma
Los militantes de la oposición, los más “peligrosos”
La tortura
Disuadir a las personas
La tortura durante la dictadura stronista fue un trato que buscaba disuadir a las personas para que no manifestaran públicamente su disidencia con el Gobierno, salvo acuerdo previo en la forma y en la medida autorizada por el propio Gobierno. La tortura tenía como uno de sus primeros objetivos castigar a aquellos que osaban decir que el Gobierno no era aquello que decía que era, esto es, contrariar al discurso gubernamental.
La tortura
La democracia del garrote
La administración de Stroessner se presentaba como un gobierno democrático, basado en la ley, con apoyo mayoritario, patriótico, y que gestionaba de la mejor manera al país que disfrutaba de paz y de progreso; sin embargo, la tortura física y psicológica se transformó en una forma de gobierno y de establecimiento del orden, una manera de expresar el poder del Estado y de obtener la subordinación ciudadana al Gobierno. El Gobierno decía representar y materializar los valores comunes de la nación, contra la disidencia legionaria, oligárquica, autoritaria, totalitaria, comunista, delictiva, enemiga de la nación. Muchas personas fueron castigadas por presumir que eran comunistas.
La tortura
Torturar para obtener información
Las finalidades de la tortura responden a las señaladas en las definiciones del derecho internacional de los derechos humanos: obtener de la víctima o de un tercero información o confesión; castigarla por un acto que haya cometido, o que se sospeche que haya cometido; intimidar o coaccionar a esa persona o a otras, por cualquier razón basada en cualquier tipo de discriminación; o cualquier otro fin. En el caso de Paraguay, una prueba palpable y perversa del nivel de planificación de la tortura lo constituye la presencia de médicos durante dichas prácticas. Numerosos testimonios de la CVJ señalan la intervención de médicos para controlar el nivel de impacto de la tortura, señalar la necesidad de descanso en las sesiones u orientar a los torturadores sobre el nivel de sufrimiento que podía ser aplicado o no contra las víctimas, en función de los objetivos de los torturadores. De esta manera hubo médicos que trabajaron para el régimen stronista como parte de los equipos de tortura. La evitación del riesgo de muerte cuando esto era requerido por la investigación o el objetivo de los torturadores, y no la evitación o la cura de las lesiones, era el objetivo de la intervención de estas personas. También la tortura fue una manera de obtener información. Las fuerzas públicas podían carecer de información, ya que, ante la ocurrencia de algún hecho inesperado se iniciaba la investigación, la búsqueda de la disidencia o de la resistencia a través del método de la tortura. La confesión de una persona en tortura carece de valor probatorio de su culpabilidad, pero fue utilizada para extender el control.
La tortura
La gente ya no se animaba a criticar al Gobierno
Como las torturas crueles, inhumanas y sistemáticas fueron el pan de cada día, Stroessner logró desmantelar los núcleos de ciudadanía y se trataba de desalentar a las personas capaces de cuestionar al Gobierno. Con el cruzamiento de informaciones proveídas por las personas torturadas por separado, que desconocían lo que decían sus compañeros, la policía podía hacer progresos en el esclarecimiento de los hechos investigados, o al menos declarar ‘cerrados los casos’ con una interpretación aceptable para los jefes y cierta opinión pública mediante el uso de declaraciones autoinculpatorias o simplemente dando por terminado el problema. Los métodos de tortura y su práctica contra los presos políticos eran también habituales en las investigaciones policiales para investigar los delitos comunes contra la propiedad y las personas.
La tortura
“Convertir” al enemigo
Otro objetivo que se buscó con la tortura fue conseguir la conversión del enemigo, y hacerlo actuar dentro de un complejo sistema de control que se le imponía. El enemigo era cualquier persona que pensara distinto o quien criticaba al gobierno de Stroessner. A través de amenazas y de prebendas, se intentaba convertirlos en espías infiltrados, ya fuera dentro de la prisión como posteriormente si eran dejados en libertad. Se torturaba para conseguir la complicidad pasiva de personas, que luego de ser torturadas ya no se involucraron en ninguna actividad que resultara condenada por el régimen. Muchos desarrollaban una verdadera fobia a cualquier compromiso político que pudiera llevar a la repetición del trauma sufrido.
La tortura
Provocar dolor en el cuerpo, pero también al alma
A partir de los testimonios de las víctimas, la CVJ clasificó varios tipos de tortura, algunos de los cuales eran: Tortura física las siguientes: golpes sin empleo de instrumentos, golpes con instrumentos, colgamiento y/posiciones extremas, “pileteada” (bañera) –asfixia por inmersión en agua–, asfixia con bolsas de polietileno, paso de electricidad por el cuerpo o “picana eléctrica” (electrodos), quemaduras o cortes, violación sexual, otras formas de violencia sexual (acoso y manoseos), trabajo forzado, otras torturas físicas (formas atípicas como la utilización de insectos o simplemente torturas físicas donde la fuente no especifica la modalidad). Otras formas de tortura fueron calificadas torturas psicológicas: aislamiento individual extremo, insuficiente alimentación, falta de atención médica, condiciones insalubres, hacinamiento, privación de sueño, incomunicación, presenciar tortura de otros, simulacro de fusilamiento, amenaza de muerte, amenaza de muerte a familiares, amenaza de violación sexual, amenaza de violación sexual a familiares, calumnias sobre familiares, humillaciones (insultos, trato denigrantes relacionados a la restricción de la higiene y la evacuación), otras torturas psicológicas (escuchar música estridente, traslados permanentes de un sitio a otro o simplemente torturas psicológicas donde la fuente no especifica la modalidad).
La tortura
Los militantes de la oposición, los más “peligrosos”
Las personas consideradas amenazantes para el régimen, por su prestigio o liderazgo, fueron más torturadas para obtener información y para destruirlas como persona. Un segundo factor fue la pertenencia a sectores de izquierda o de oposición radical, las personas a quienes se atribuía resistencia al régimen o que realizaban actos de movilización. Un tercer factor consistía en la búsqueda de la resolución del caso en el menor tiempo posible, adjudicando delitos con supuestas confesiones de detenidos torturados, aunque eso fuese en forma ficticia, a fin de dar imagen de efectividad del aparato de seguridad del régimen. El gobierno amedrentaba primero, castigaba después y luego relataba los hechos dentro de un parte policial donde se criminalizaba a las víctimas. Un cuarto factor estuvo determinado por el tipo de víctima, en efecto, las represiones a sectores populares, campesinos, obreros y grupos marginales fueron más implacables que las de personas de clase media o de mayor prestigio político, social, cultural o religioso en el ámbito nacional o internacional o con mayor espacio en la prensa.

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